Todos los colores transmiten sensaciones y emociones a las personas, por eso hay que saber qué tipo de colores escoger para un hospital.
Los hospitales deben tener colores que transmitan paz, confianza y limpieza a los pacientes, de esta forma ellos se sentirán más seguros y podrán calmar sus miedos. Como habrás podido comprobar, la mayoría de los hospitales tienen todas sus instalaciones en tonos blanco, verde, azul o gris claro. La elección de estos colores tienen una explicación, son colores que ayudan a los pacientes a mejorar su percepción sobre el sitio donde se encuentran y, además, incitan a la pronta recuperación.
Cómo influyen los colores en el hospital
El color blanco es el que más destaca en todas las zonas de un hospital, incluso en muchas fachadas. Es así porque este color da sensación de limpieza y paz, algo que para los pacientes es primordial ya que muchos entran con miedo y este color crea un efecto psicológico en su mente que le permite relajarse y tomarse las cosas con más calma.
Los tonos verdes y azules son usados sobre todo por el personal sanitario que se encargan de cuidar y velar por la salud de los pacientes. Usan este tipo de colores en su vestuario laboral no solo por el factor psicológico, sino también por la parte funcional que tienen a la hora de entrar a un quirófano.
Es decir, además de transmitir a los pacientes serenidad, relajación y esperanza, estos colores ayudan a los médicos y enfermeros a disminuir la fatiga visual y hace más fácil que se pueda intervenir. Además se trata de colores totalmente opuestos al rojo (el color de la sangre), al carne (color de la piel) y al metal (color de los instrumentos para operar), por lo que hace que sea mucho más fácil distinguir todos los elementos que entran en contacto en una operación.
Aunque muchas veces podemos encontrarnos con colores más llamativos dentro de algunas áreas del hospital, esto se deba a que son áreas como las zonas de descanso o de espera para familiares. Se utilizan colores como el rosa, amarillo, verde o rojo para hacer más amena la espera, ya que estos colores influyen en la mente de manera positiva.
También, estos colores suelen estar en el área de pediatría donde se encuentran los pacientes más pequeños. Para ellos estar en un hospital puede crear un nivel de estrés muy superior al de un adulto, tener un espacio con colores alegres y animación calma su ansiedad y se les puede tratar mejor.
En el vestuario de las enfermeras/os también se puede implantar el color morado, este hace que las personas que son atendidas por ellos de forma continua les vean de manera más cercana, ya que es un tono que transmite serenidad, de esta forma amenizan los días que puedan pasar internados.
En resumen, al tratarse un hospital de un lugar en el que el paciente debe sentirse protegido y seguro, es importante que todos los elementos (desde el mobiliario hospitalario hasta el uniforme de los trabajadores) tengan un color adecuado para conseguirlo.